Parting is such sweet sorrow

Las partidas nunca son lindas, eso esta mas que claro. Pero las inesperadas, esas que te caen como un baldazo de agua fria, son las peores.

Desde que empece a trabajar en la agencia, hace ya mas de cuatro años, vi mucha gente pasar**. Gente que no aprobo su periodo de prueba, gente que se fue a un competidor, gente que tuvo ataques de nervios***, gente que fue despedida por fraude, gente que se mudo (como yo), gente que se fue y volvio (tambien como yo)... y gente que fue indemnizada.

Mi empresa paso muchos años de olas de indemnizaciones, pero este año las cosas parecian haber cambiado. Hasta ayer.

La mañana empezo como cualquier otro lunes: a las 9.15 fuimos a la sala de reuniones para la llamada en conferencia de todas las semanas. Al terminar volvimos a la rutina de siempre, mientras charlabamos sobre nuestros fines de semana.

Cuando Sarah entro a la sala de reuniones nadie imagino lo peor. Despues de todo, en una oficina chica, regional, como la nuestra, tener una charla con las dos jefas no es raro. Al rato empezamos a preguntarnos si pasaba algo malo, y cuando una de las jefas salio a buscar su cartera y abrigo nos asustamos. En eso la puerta se abrio y Sarah salio con un sobre marron A4 en la mano. Saludo con la mano como diciendo "farewell, my friends"... su cara no podia ocultar la tristeza de sentir que mas de 10-12 años de servicio estaban terminando en ese preciso instante.

Al rato llamaron a Kate. Cuando una de las jefas salio a buscar su cartera ya era mas que evidente lo que venia a continuacion. Para cuando Kate cruzo esa puerta ya nadie sabia que decir; sus ojos estaban hinchadisimos de tanto llorar y un par de colegas salieron tras ella para brindarle su apoyo.

Despues de los acontecimientos nos invitaron a todos los que quedabamos a pasar a la sala reuniones. Una de las jefas hablo, su voz reflejaba el sufrimiento que le provocaba cumplir el rol de verdugo. Nos explico que el negocio necesitaba realinear sus recursos y algunas personas debieron ser sacrificadas para dar lugar a nuevos roles, acordes a las tendencias del mercado. Sus ojos estaban vidriosos y, aunque mis colegas no lo puedan aceptar, se notaba el dolor que su trabajo le estaba causando. La otra jefa asintio y casi no dijo nada.

Sus escritorios permanecieron intactos por varias horas: laptops encendidas, fotos de sus hijos en la pared, hasta una taza de cafe que nunca seria bebido.

Asi fue el dia de ayer. Hubo muchas lagrimas, muchas incognitas... miedo, dudas, bronca. En una oficina como la nuestra, donde la mayoria de la gente hace cuatro o mas años que esta, fue perder a dos amigas. Yo solo puedo ofrecerles mi oreja y desearles suerte en el futuro.


* el titulo es una cita de Romeo & Julieta, en la que ella se despide de el diciendo que la partida sera dulce porque ya esta esperando con ansias el proximo encuentro.
** particularmente cuando trabajaba en la sede central en Londres.
*** no es broma, una chica que se sentaba al lado mio en Londres tuvo un ataque y se escapo en medio del dia laboral. Creanme cuando digo que puede ser un trabajo sumamente estresante!