Friday, January 27, 2012

All over again

Como conté en el último post, mi papá viajó a Liverpool para el primer casamiento. Lo que no había dicho es que cuando le informamos a mis suegros que la ceremonia religiosa iba a ser en mi ciudad, decidieron gastar buena parte de sus ahorros para garantizar que nadie se la perdiera*. 

Volvimos en patota: mis suegros, mis cuñados, Sam, mi papá, Inés, Glen y yo juntos en el mismo vuelo. Greg y su esposa Paola volaron desde España sólo por pocos días, la verdad es que nos halagó mucho que tanta gente se esforzara por estar con nosotros compartiendo nuestra alegría.

El sueño de que las dos familias se conocieran era algo que jamás pensé que se cumpliría
Llegamos a Buenos Aires un viernes, con una semana exacta de anticipación. Qué semana de locura tuvimos! Mi mamá fue a ver el departamento que habían reservado para mi familia política pero le pareció un horror, así que la primera tarea fue encontrarles un lugar donde quedarse. Y ese mismo viernes, después de como 20 o más horas de viaje, se fueron a recorrer la ciudad. Por suerte dieron con un apart precioso en el centro, pero fue una jornada estresante!

Los demás días pasaron volando, entre encuentros con el sacerdote, la florista, el fotógrafo y el coro. Tratamos de meter un par de salidas en el medio pero fue difícil poder recorrer la ciudad junto a mi familia política mientras teníamos tanto que hacer.

La Basílica Nuestra Señora del Pilar
Cuando decidimos casarnos por iglesia** en Argentina yo pensé en un sólo lugar. Si íbamos a ir hasta allá, tenía que ser en un lugar precioso, y yo sabía bien que quería que fuera en la Basílica del Pilar. Se lo comenté a Glen y estuvo de acuerdo inmediatamente. No así mi mamá, pero después de ir a ver un casamiento ahí cambió de idea y se entusiasmó.

Teniendo en cuenta que yo ya tenía el pasaje comprado y había un sólo fin de semana disponible en nuestro calendario, no pude creer nuestra suerte al descubrir que tenían un espacio. Tramitamos todo desde acá y mi mamá y Pili hicieron los pagos allá.

No le dijimos a mis suegros y a mi cuñada en qué iglesia nos íbamos a casar porque Glen quería sorprenderlos, y nos reímos bastante cuando mi cuñada subió fotos en Facebook de lo bonita que era esa basílica.

Los novios en el puente sobre Av. Figueroa Alcorta
El fotógrafo fue recomendado por las otras novias que se casaban ese fin de semana. Quedamos con él que, como Glen ya me había visto con el vestido, podíamos hacer las fotos antes de que oscureciera. Mi idea era hacer algunas tomas en el Cementerio de la Recoleta*** pero averigüé y no iba a ser posible. Me conformé con sacarme una en la bañera del hotel! 

La bañera tallada de una sóla pieza
Se me ocurrió que como éramos tantos íbamos a necesitar varios autos, y ninguno iba a ser como el Bentley de acá. Entonces pensé en algo diferente, combinando funcionalidad con tradición porteña: un bondi fileteado del año '64! Nos costó mucho conseguirlo y en un momento llegamos a considerar un Trencito de la Alegría, pero no era lo mismo. Hasta que Glen publicó una pregunta en una página argentina y alguien respondió con un contacto. Lo llamé desde acá, siguió mi mamá desde allá, y una semana antes del casamiento recibimos la noticia de que el colectivo estaba en el taller y no iba a poder llevarnos. Oh, no! Por suerte el señor nos pasó el dato de un amigo suyo que nunca había alquilado el vehículo para casamientos, sólo lo llevaba a exposiciones, y quedamos con él.

Cuando lo vi no podía creer lo HERMOSO que era. La verdad es que estaba 100 puntos, con su piso de madera barnizado. Una pinturita! Primero pasó por el apart de mis suegros y allí levantó a todos, menos a mi papá y a mí. Después de dejarnos en la iglesia, volvió al hotel por nosotros.

Glen y yo, después de la ceremonia
Mientras esperaba entrar en la basílica, la gente que pasaba lo fotografiaba y me gritaban felicitaciones por el casamiento y por la elección tan original. La gente en la calle lo señalaba y algunos peatones sacaban fotos con sus teléfonos para capturar el momento.

Entrar en una iglesia tan preciosa, ver a toda esa gente querida, con el coro de fondo, fue una sensación única. No recuerdo estar nerviosa, sólo feliz de que tantas personas estuvieran ahí por Glen y por mí. Me sentí muy afortunada y amada, sólo podía pensar en que estaba casándome con mi novio de 8 años, el padre de mi hija, con mis afectos alrededor. Caminar por esa alfombra roja hasta el altar fue un placer, iba mirando de lado a lado hasta que vi la cara de Glen esperándome al final del camino. Parece una metáfora, pero era tal cual.

Nuestro cortejo
La ceremonia fue hermosa y un par de veces estuve a punto de llorar. Como mi cuñada había sido mi dama de honor en Liverpool, mis hermanas leyeron en la iglesia. Nuestro cortejo fueron Sam, Coral e Inés. Mejor imposible! Las nenas con sus vestiditos iguales, tan angelicales, y Sam tan hombrecito.

En las fotos se puede ver que yo no era la única que estaba emocionada, y las caras de dicha y orgullo de nuestros padres eran evidentes. 

No dejen de hacer click para ampliar!
Por momentos miraba el altar y no podía creer que era MI casamiento, y que la novia era yo. Ahí, intercambiando los anillos con el Ave María de fondo. En un momento Inés empezó a gritar "mamá" y el cura la dejó que viniera con nosotros. La tuve en brazos hasta que terminó la boda y le dije que fuera con sus tías antes de que saliéramos.

La fiesta fue sencilla. Hicimos una cena con un poco de baile para un grupo selecto, con la familia inmediata y amigos nada más. Comimos, bebimos, nos divertimos, reimos, cantamos. Lástima que Inés y Coral durmieron todo el tiempo!

Todos afuera de la iglesia!
Siempre que voy a Argentina me queda gente por ver, y si bien esta vez no pude charlar largo y tendido, al menos tengo el recuerdo de sus sonrisas el día de nuestro casamiento. Hasta mi amiga del alma salió de su momento tan difícil para estar con nosotros. La verdad es que, al igual que en Liverpool, nuestro casamiento hubiera sido muy triste sin todos los presentes.

Yo siempre pensé que con ir al registro civil y firmar bastaba, que todo el gasto era para que otros lo disfrutaran porque entre tanto estrés yo no iba a poder divertirme... pero me equivoqué. Fueron días largos de preparación y un sacrificio enorme, sí, pero la pasamos realmente bien y nos quedamos con el mejor recuerdo.

Padres, hermanas y cuñados: JUNTOS!
A veces no puedo creer todo lo que vivimos, lo lindo que salió y el poco tiempo en el que lo organizamos. En esos momentos de ensueño, miro mi estado de cuenta y me doy cuenta de que sucedió. Pero quién nos quita lo bailado? La luna de miel puede esperar!

* Mi suegro se convirtió al catolicismo hace poco, para poder comulgar en la Comunión de Sam, y como mi cuñada sólo se casó por civil, para él era muy importante poder estar con nosotros. 
** El curso prematrimonial lo hicimos en Liverpool.
** Pueden juzgarme todo lo que quieran, mi concepto era artístico!

Monday, January 23, 2012

Where were we?

Ah, sí. No hago las cosas a medias, por si no se percataron. Ahora que empecé, sigo...

A mi me hubiera gustado casarme en Italia, en algún lugar romántico en la Toscana (preferentemente en San Galgano), con buena comida, vino, sol y gente hablando a los gritos.... pero no iba a ser posible. Así que decidimos hacer dos casamientos, uno en Liverpool (por civil) para la gente de acá y uno en Buenos Aires (por iglesia) para los de mis pagos.

Como ya tenía el pasaje comprado para ir a Argentina antes de que cumpliera 2 años Inés (ahí es cuando suben mucho los precios de los aéreos), se me ocurrió la excelente idea de casarnos antes de ese viaje, para aprovechar el pasaje.

En cinco meses y con ayuda de nuestras familias logramos lo que a la mayoría de las parejas les lleva entre uno y dos años.

Pensé y pensamos, tratamos de no descuidar los detalles. Un hotel daba más que un salón, porque mucha gente iba a venir de otras partes del país (y del mundo, de hecho) y estaba bueno que tuvieran donde dormir. Además, con Inés, era mejor tener una habitación a mano.

Ah, claro! Inés es chiquita, si no la entretenemos nosotros quién la entretiene? Mis suegros... y entonces ellos cómo hacen para disfrutar? Y así pensamos en una niñera, pero como la mayoría de nuestros amigos tienen chicos chiquitos, una criatura se convirtió en 25 (de entre 0 y 9 años) y una niñera pasó a ser 3. Pero no cualquier niñera, las chicas de la guardería de Inés, así era gente conocida con la que ella estuviera a gusto. Hasta les armamos una salita aparte, con globos, música, TV, una cama, cosas para pintar y el juego del paquete.

Invitaciones en castellano
Las invitaciones fueron diseñadas por una servidora, porque no hay nada mejor que darle a tu(s) boda(s) un toque personal. Eso implicó que el plan de las mesas, los favores* (algo que se estila acá y allá no existe) y las tarjetas de agradecimiento tuvieran el mismo look. Y todo eso generó trabajo y más trabajo para mí!

Los proveedores! Lo más importante para mí era que las fotos estuvieran bellas. Nada más terrible para una fotógrafa aficionada que ver desastres por el resto de mis días. Así que busqué y busqué a alguien con la estética y el precio indicados, en el lugar correcto. Gracias a Dios me acordé de que el primo de Glen sacaba fotos... y resulta que es buenísimo! Así que él y su socio cubrieron el evento.

También necesitamos un auto, la torta, las flores, las sillas, la peluquera, la maquilladora, etc etc. El piano de cola blanco no se iba a tocar solo, por suerte un amigo de Glen es un músico de calidad y nos regaló su talento por un par de horas.

El vino fue exclusivamente argentino. El tinto fue el favorito de Glen: Dante Robino Bonarda, pero también hubo blanco y rosado.


Tuvimos un buzón estilo inglés, pero color hueso, en el que la gente metió sus tarjetas.


La música llevó semanas. No exagero, semanas de sentarnos en el living escuchando temas, haciendo y deshaciendo listas. Secciones, tiempos, estilos... no dejamos nada al azar. Los temas que pasaron en el registro civil** los tuve que encargar en CD (qué obsoleto!) de EEUU porque parece que en Europa no se consiguen (o al menos no en todos lados).

El vestido fue lo de menos, pueden creer? Nunca me vi casándome de blanco*** (convengamos que a mi edad y con una hija en común era medio hipócrita pensar que podía hacerme la pura), y no imaginé ese momento toda mi vida como otras chicas. Así que después de dos intentos fallidos de comprar el atuendo online, decidí ir a un negocio de novias y hacer las cosas bien.

Había visto un vestido que me gustaba en una revista, pero no quise condicionarme. Fui al local y le dije a la vendedora: "quiero ver el vestido más sencillo que tengas", y me trajo el mismo de la revista. Ni me probé otro, ése era el mío.

Pasé más tiempo eligiendo la vincha que el vestido... pero es una preciosura!

Las flores fueron coloridas. Mis uñas, rojas. Me aburren las puntas blancas, y quería ser yo misma, pero (más) mejor!

Qué fue lo más importante de nuestro casamiento en Liverpool? Los invitados, por supuesto! Que mi papá decida sacarse un pasaje para venir a entregarme y hacer el discurso del padre de la novia, que el padrino (el mejor amigo de Glen) venga de España con su mujer e hijos, que mi amiga vuelva de Finlandia con toda su familia sólo para nuestro casamiento, que vengan mis amigos bloggers de Londres, el amigo holandés de Glen y mi amiga Kari de Dubai... no tiene precio!

Con toda esa mezcolanza tuvimos un casamiento a la inglesa, con todas las tradiciones que los invitados esperaban y una fiesta a la argentina, con la locura, el color, el baile descontrolado y hasta un poco de carnaval carioca.

Y tuvimos que hacer todo de nuevo dos semanas más tarde. Qué dura es la vida a veces!

* Regalos que los novios le hacen a los invitados. Si, leyeron bien!
** Marfil se llama el color y hace que mis dientes parezcan menos amarillos.

Sunday, January 22, 2012

Return of the Ciega

Me fui porque me cansé de mí misma, me cansé de estar tan reiterativa con mi hija y mi salud. Me puse tan monotemática (o duotemática?) que ni yo me aguantaba.

Hace un par de días que vengo pensando en volver. Después de una pausa de más de un año, en la que aprendí a poner los acentos con la mac*, me dieron ganas de retomar mi vida blogger.

Han pasado tantas cosas!

Mi operación de la vesícula fue un éxito. El 30 de noviembre del 2010 me despedí de ese órgano y, más allá de algún dolor de vez en cuando, no he tenido problemas. La recuperación fue larga y eso me llevó al límite de las faltas, así que mi situación laboral no ha mejorado.

Hemos viajado, acompañando a Glen por trabajo pero también de vacaciones. Inés conoció Paris, Amsterdam, Malta y algunas ciudades del norte de Italia.


En Malta pasó algo inesperado, al menos para mí. Segundos después de sacar esta foto, mientras admirábamos el atardecer en una playa desierta, me doy vuelta y lo veo a Glen arrodillado, con Inés en una mano y un anillo HERMOSO de platino y brillantes en la otra. Y después de casi 8 años juntos, finalmente me pidió matrimonio. Yo no entendía nada, me reía y lloraba a la vez, y le dije que sí.

Y si antes ya estaba monotemática, después de ese día de marzo del año pasado, mi conversación (y mi vida) se enfocaron en los casamientos.

Ah, sí, fueron 2, pero mejor sigo en otro momento.

* Resulta que era una huevada: Alt + E y después la letra.