Sunday, December 02, 2012

My perfect family

Y llegó el día, el día en que desalojábamos a bebé de mi panza. Después de 3 semanas de dolor, esperaba el momento con ansias.

La noche anterior estaba nerviosa. Pensaba muchas cosas a la vez, repasaba lo que me faltaba hacer, hacía listas mentales y otras reales... Finalmente dormí unas horas y madrugué cuando llegó el miércoles.

Tenía que estar en el hospital a las 7:30, mi taxi se demoró y llegué con los minutos contados. Pili me acompañó y Glen nos siguió en el auto después de dejarla a Inés en la guardería.

Me llevaron a la sala, a mi cama, y me dijeron que ahí tenía que esperar para ver al anestesista y a la partera. Vinieron varias personas y me explicaron cómo serían los acontecimientos y cuáles eran sus funciones. Ya empezaba a notar las diferencias entre la cesárea de emergencia y la programada.

Pasaron varias horas y bebé se movía en mi panza. Teníamos hambre, estábamos en ayunas (ni agua podíamos tomar) desde la noche anterior. Llegó el mediodía y aún nada, hasta que a eso de las 13 me vinieron a buscar.

Glen y yo seguimos a la partera a otra parte de la maternidad. Allí nos explicaron algunas cosas más y me llevaron al quirófano. Glen me siguió más tarde.

Muchas personas se presentaron y me dijeron sus roles, explicándome los hechos a cada paso. Primero el frío en la espalda, el suero en la mano, la anestesia local, etc. Me cambiaron de posición y pusieron la cortina azul entre mi cara y el resto de mi cuerpo a la altura del pecho. Glen vino y se sentó a mi lado.

Tardaron un poco más que con Inés, pero a las 13:40 del 28 de noviembre salió nuestro bebé a conocer el mundo. Nos mostraron y, para mi sorpresa, ¡era otra nena! Bebé era Lucía.


En la sala de recuperación pude abrazarla por primera vez. Qué felicidad tenerla en mis brazos, besarla y acariciarla. Mi gordota pesa 3,525 kg y mide 52 cms.


Durante el embarazo, Glen decía que si teníamos un varón iba a ser la "familia perfecta", pero yo siempre le decía que mi familia perfecta eran dos nenas. Hay cosas en la vida que están fuera de nuestro control y me siento sumamente afortunada de tener la familia que siempre deseé junto a mi marido que es un sol.

Sunday, November 18, 2012

Frank Breech

Parece que fuera a hablar de un señor, con nombre y apellido, pero este post es sobre la posición en la que se encuentra mi bebé, que curiosamente es la misma en la que estaba Inés.

Digo curiosamente porque sólo un 3% de los bebés en término llegan así, de cola. Y de ese porcentaje, un 50-70% tienen las piernas extendidas, como en el dibujo:





El diagnóstico a tiempo es importante por una serie de motivos. En algunos casos, es posible rotar al bebé y ayudarlo a que asuma la posición ideal (cabeza abajo), pero en los casos como el mío hay que tomar ciertas precauciones.

Cuando yo estaba embarazada de Inés no sabía nada de esto*. El porcentaje es tan bajo que ni en las 8 semanas de curso preparto se mencionó la posibilidad de que el bebé no viniera de cabeza. Cuando mi partera me dijo que la cabeza había bajado, alrededor de las 36-37 semanas, todo el mundo asumió que era eso lo que yo sentía entre mi pelvis.

No puedo culpar a una sóla partera de un diagnóstico erróneo, ya que en el hospital me vieron muchas y hasta un obstetra se animó a asegurar que era la cabeza lo que él palpaba. Nadie, hasta que "mi ángel de la guarda" Marion lo descubrió justo al final, se imaginó que mi bebé podía estar de cola.

Tener un parto vaginal en este caso no es imposible, pero es mucho más difícil y trae riesgos adicionales (no voy a entrar en detalles porque es muy deprimente). En mi situación actual, como yo ya tuve una cesárea con Inés (y por el mismo motivo), ni vale la pena arriesgarse. Además, la obstetra cree que es posible que mi pelvis no esté diseñada para alojar cabezas y es por eso que ambos bebés se sienten cómodos así.

Supongo que si Inés hubiera nacido en Argentina las cosas hubieran sido diferentes, porque allá hacen muchas, quizás demasiadas, ecografías. En esta isla donde la última vez que ves a tu bebé in utero es a las 20 semanas de gestación, es sumamente importante estar en sintonía con tu propio cuerpo.

Para una madre primeriza supongo que es casi imposible detectar la posición del bebé, y creo que muy pocas mujeres tendrían el coraje de contradecir a una partera experimentada en un caso así. Yo, que tengo poco de tímida, no me hubiera sentido capaz de hacerlo. En este caso, siendo mi segundo embarazo, yo tuve la sensación de que mi bebé venía de cola y defendí mi idea hasta que la ecografía lo confirmó. ¿Cómo lo supe? Este bebé siempre fue más activo que Inés, pero sus movimientos son casi idénticos: yo nunca vi un codo, una rodilla o un pie asomándose, lo único que veo es una olita, un movimiento sutil de izquierda a derecha y vice versa. Es la cabeza de mi bebé que se desplaza debajo de mis costillas.

Cuando estuve internada la semana pasada los médicos y las parteras me presentaban como "breech lady". Noté una diferencia en el trato, y fue ahí donde me pregunté qué era tan distinto. Ahora sé que si rompo bolsa en casa debo llamarlos para que me manden una ambulancia, por ejemplo, y que no habrá una inducción. Ahora siento que todo estará bajo control y esto me da un cierto grado de paz entre tanta incertidumbre.

* Inés nació con los tobillos a la altura de las orejas y durante algunos meses sus piernas volvían a estar elevadas como si tuviera un resorte en las caderas. Le hicieron unos estudios poco después de nacer para confirmar que sus caderas estaban bien porque es un problema común entre los nacidos en este posición.

Wednesday, November 14, 2012

Anxious & Scared

No tengo ganas de hablar, a decir verdad, pero me dieron ganas de hacerlo por acá, después de tanto tiempo de silencio.

El martes pasado cumplí la semana 36 de gestación, lo que significa que el bebé en mi panza está casi listo para salir. Casi. Ese mismo día pensé que había roto bolsa (me ahorro los detalles) y fuimos al hospital. Si bien fue una falsa alarma, algo sucedió porque desencadenó lo que en este país se conoce como slow labour.

Con Inés esa etapa duró una semana exacta: cumplidos los siete días, rompí bolsa (sin duda alguna), fuimos al hospital y 30 eternas horas después conocimos a nuestra hija... y nuestra vida cambió para siempre.

En este caso, los últimos ocho días han ido de más o menos a bastante malos y ayer volvimos al hospital por tercera vez en una semana. Aclaro que yo ya sé cómo se manejan en estos casos y acudo al hospital sólo cuando lo considero imprescindible y después de haber llamado por teléfono a una partera un par de veces para asegurarme de que la solución no es "tomarse dos paracetamol y descansar".

Ayer estaba con mucho dolor, fue el día más doloroso en este embarazo sin dudas. Contracciones, aunque no muy regulares, acidez, dolores varios, ganas de pujar... todo junto. Me torcía de dolor y aullaba, bien primitivo lo mío. Así que Glen llamó y fuimos. Me había tomado una codeína y empezó a hacer efecto en el camino, para cuando llegué al hospital ya estaba mejor pero seguía con dolores. Me monitorearon durante un par de horas y decidieron que me iban a dejar internada con la posibilidad de hacerme una cesárea hoy (que justo es el cumple de mi cuñada).

Ah, si, un dato importante es que este bebé también viene de cola, sospecha que yo tenía desde hace unas semanas y fue confirmada con una eco el martes pasado y una más ayer. Parece que mi pelvis no admite cabezas porque ambos embarazos han sido en esta posición. Así que no tengo más la alternativa de un parto natural y vamos derechito al quirófano cuando llegue el momento.

Ayer se cumplía mi semana 37, momento en el que, según todas las páginas de maternidad, la criaturita está en fecha. Lo que yo no entendía, hasta anoche, es que los pulomones hacen un último esfuerzo cuando el bebé pasa por el canal de nacimiento en un parto normal, cosa que ya sabemos que mi bebé no va a hacer. Por lo tanto, lo de la semana 37 no es aplicable a los casos en que nacen por cesárea. Los médicos creen que si el bebé naciera ahora existe la posibilidad de que tenga problemas respiratiorios, por lo que me inyectaron esteroides para ayudar a los pulmones del bebé a madurar lo antes posible.

Anoche pasé una mala noche. Odio estar en el hospital: la comida, el calor, el ruido constante, las luces, las salas con camas múltiples, las vecinas... Gracias si llegué a dormir tres horas. Además, tenía una sensación tan extraña, una mezcla de ansiedad extrema por conocer al bebé, saber qué es, poder darle un nombre, compartir la noticia con Inés (y el resto del mundo) que espera con tanto amor... Pero por el otro lado tenía mucho miedo, miedo de que mi bebé no esté del todo cocinado y que salga antes de tiempo. Ya aguanté tantos meses, ¿qué me hacen un par de semanitas más? Además, si bien una cesárea es una intervención que se hace decenas de veces por día en ese mismo hospital, no deja de ser una operación. Un nacimiento en sí es un riesgo y me preocupa pensar en la minúscula posibilidad de no poder disfrutar de mis hijos y de Glen.

Hoy estoy muy cansada y malhumorada, supongo que es por eso también que prefiero hablar con el blog que con la gente directamente.

A pesar de esto estuve mucho mejor y cuando la doctora me pregunto al mediodía si quería volver a casa mi respuesta fue un sí enorme y hasta con sonrisa, siempre y cuando no afectara al bebé. Así que me controlaron durante el día y cuando llegaron mis amores en el horario de visitas (¡cómo los había extrañado!) pudimos volver a casa juntos en familia. De tres, por ahora. Como le dije a Glen, fue nuestro dress rehearsal.

Por un lado no quería contarle a todo el mundo que estaba camino al hospital, porque genero expectativas en los demás y en mí misma. Además recuerdo que me molestaba mucho cuando estaba en la recta final con Inés y tenía mensajes a diario (y en algunos casos de las mismas personas) preguntando si ya había nacido. Ella se pasó nueve días, nueve larguísimos días, en los que yo estaba que explotaba y que caminaba por las paredes.... cada mensaje me ponía de peor humor; convengamos que no soy tímida ni calladita y ¡era más que obvio que cuando naciera mi hija lo iba a comunicar a los cuatro vientos y en dos idiomas! En ese momento me dí cuenta de lo densa que había sido con otras embarazadas y cambié mi actitud: ya no las atosigo más por más que me muera de ganas de recibir un parte diario.

Esta vez pensé en ser más discreta y sólo informamos a la familia cercana (padres y hermanas), pero al final tuve que contar porque la gente se interesa, hace preguntas y tampoco me da por mentir, especialmente cuando nace de las buenas intenciones de los demás. Eso ya es mucho. Lo que si les pido, amigos y familiares (si leen esto), es que me tengan paciencia, como diría El Chavo. Si me mandan un mail y me cuelgo, si me escriben por Facebook/WhatsApp/texto/paloma mensajera y no les respondo de inmediato, les ruego comprensión. Todos los días no son iguales y a veces, sinceramente, no tengo tantas ganas de hablar.

Y quédense más que tranquilos que cuando haya algo para contar, se van a enterar. Y habrá fotos, quizás (seguramente) demasiadas.

Friday, September 07, 2012

Anniversary month

Mi intención era subir algo el domingo, ya que se cumplió un año de nuestro casamiento por iglesia, pero la verdad es que estábamos los tres enfermos y no estaba en condiciones de escribir nada.

Así empezó septiembre, que aunque se escriba sin p yo se la sigo poniendo porque me gusta más.

Ayer cumplieron 37 años juntos mi mamá y papá y hoy nos toca recordar otro aniversario a nosotros: 9 años desde aquel domingo en Notting Hill en el que Glen me dijo que quería probar tener una relación conmigo. Pobrecito, si hubiera sabido la que le esperaba! La verdad es que en estas últimas semanas lo compadezco, porque yo no la paso bien durante los embarazos y éste me agarró más vieja, más gorda y más quejosa. Estoy insoportable!

Los festejos no terminan hoy, la semana que viene cumple tres años Inés. Parece mentira que mi nena esté tan grande. De regalo nos fuimos a Londres la semana pasada. Hicimos muchos paseos especialmente para ella y la pasamos re bien. La llevamos a un lugar con cuentos y juegos para chicos; al Carnaval de Notting Hill, donde bailó y se divirtió hasta que dijo basta de música; a Hamleys, mi juguetería favorita; a la playa; a un parque de atracciones; y el broche de oro fue el show de Dora en vivo, con Diego (su favorito) y varios otros personajes del dibujito que le gusta. Qué diferentes son las vacaciones de a tres!

Sunday, August 19, 2012

A year ago today...

Hace exactamente un año, me levanté a eso de las 7 de la mañana. No había dormido mucho, la noche anterior me había dado un baño de burbujas en mi suite después de pintarme las uñas una vez más.

Me desperté feliz, no estaba nerviosa teniendo en cuenta el día que me esperaba. Pronto llegarían la maquilladora, la peinadora y el fotógrafo y quería disfrutar de un momento de paz antes de que empezara la locura.

Mi papá estaba en el living, Glen se había quedado tomando algo con sus amigos en el bar del hotel para despedir su última noche de soltero y estaba ocupando su habitación. Nos pedimos un desayuno grande pero no comí tanto como de costumbre.

Al poco tiempo empezó a llegar gente. Mi cuñada, mi dama  de honor, me ayudaba con Inés mientras la atención se enfocaba en mí. Después de casi 2 años de ser madre, era una sensación extraña volver a ser el centro de atención*.

Pasaron unas horas y estaba lista para ir al registro civil, a unos 200 metros del hotel. Fuimos en auto, aunque podría haber ido caminando. Mi papá e Inés viajaron conmigo, Glen y los demás esperaban allá.

Llegamos a una tremenda bienvenida por parte de mis colegas. Imaginaba que me mirarían por las ventanas del 2do piso, ya que el registro civil estaba en el mismo edificio, pero no esperaba una hinchada alentadora!

Entré a una salita a completar unos datos y de ahí a la sala grande, del brazo de mi papá. Caminé sólo unos pasos, pero miraba a todos lados con una sonrisa de oreja a oreja, tratanto de hacer contacto visual con nuestros invitados.

Después de la ceremonia fuimos al hotel a sacarnos unas fotos grupales y picamos algo antes de salir a hacer fotos los dos solos. Recuerdo que me sentí muy especial en ese momento, recibiendo saludos y felicitaciones de los desconocidos que paseaban por la ciudad.

Volvimos al hotel y fuimos derechito al salón, a sentarnos a comer. Inés había dormido una siestita mientras no estábamos. Cortamos la torta de chocolate antes de la comida, ya que queríamos darle tiempo al personal del hotel para servirla como postre. No nos interesaba la torta de frutas tradicional que los invitados se llevan a sus casas en porciones, queríamos algo rico para disfrutar entre todos.

Creo que la gente se estaba impacientando un poco por comer, ya eran como las 5 de la tarde y habíamos tardado bastante con las fotos. Por suerte la gente del hotel estaba canchera y pronto empezaron a agilizar el proceso.

Después de comer vinieron los discursos: primero mi papá, luego Greg y por último Glen. Nos reímos y nos emocionamos.

Al finalizar el primer baile subí a mi cuarto a cambiarme de ropa para estar más cómoda. Cuando volví ví que mucha gente empezó a saludar e irse, especialmente las familias con chicos. De los 25 chicos menores de 9 quedaron unos 10-15. Inés pasó mucho tiempo en la salita que habíamos armado al lado de la recepción, cantando, jugando y dibujando con las chicas de la guardería. De a ratos iba a verla para asegurarme de que estuviera bien, pero a veces ella ni me registraba.

Bailamos, charlamos, saltamos. La pasamos tan bien! Hasta tuvimos carnaval carioca, los DJs dijeron que en más de 20 años nunca habían visto una fiesta como la nuestra... se nota que no eran argentinos!


Y así fue, como un viernes 19 de agosto de 2011, me casé por primera vez con el amor de mi vida.


* Siempre digo que durante el embarazo todos te miman y cuidan y es un cambio grande el día que nace tu hijo/a y toda la atención pasa automáticamente a ellos.

Friday, August 17, 2012

Bilingualism

Inés está por cumplir 3 años, cosa que me cuesta creer. La veo cada día más independiente y me da miedo pensar que me quedan pocos años de comérmela a besos y algún día me va a abandonar. ¡Por suerte pronto voy a empezar de nuevo con Poro II!

Una de las cosas curiosas, para los de afuera, es que ella sea bilingüe. A los argentinos o extranjeros que conozco no les llama la atención en lo más mínimo, pero a los locales sí. Tengamos en cuenta que los ingleses no son los más amigos de aprender otros idiomas ya que "todo el mundo habla inglés"... gracias a ellos, pero no voy a empezar a repasar historia porque no viene al caso.

A Inés siempre le hablé en castellano, desde la panza. Cuando empezó a decir palabritas fueron en mi idioma (papá, más, agua), pero poco a poco el entorno* fue ganando y ahora habla casi exclusivamente en inglés. Recuerdo que, alrededor del año, hicimos una listita en el cuaderno de la guardería con las 20 palabras que ella usaba más y su significado en inglés, para ayudar a las chicas** que la cuidaban y a ella, ya que pobrecita no queríamos que se pasara una hora diciendo "agua" si tenía sed.

Yo sigo perseverando, por supuesto, y le hablo únicamente en castellano. Ella entiende absolutamente todo y muchas veces me responde con una traducción de lo que yo le dije, como si estuviera confirmando mi pedido. Sus estructuras son en inglés, pero cada tanto mecha vocablos en mi idioma. Por ejemplo, palabras como bombacha y sandía, que menciono mayormente yo.

A las otras mamás del curso preparto les sigue llamando la atención que ella entienda todo lo que yo le digo en castellano, aún a pesar de estar acostumbradas a vernos interactuar en dos idiomas.

Hace unos meses empezó a mirar Dora y eso le ha ayudado a identificar que, al igual que los personajes del dibujito, ella también habla dos idiomas. Desde ese momento empezó a decir cosas como "in English we say..." o preguntarme cómo se dicen ciertas palabras en uno u otro idioma.

Hace poco más de un mes me dijo "mami, más leche por favor" y fue la primera vez que armó su propia mini oración sin ayuda mía. Ella ahora sabe que si dice thank you y yo le digo "¿a mami cómo le decís?" ella de inmediato dice gracias. Lo mismo con please y por favor.

Noté que cuando habla con mi familia por Skype ella sabe que si alguien le dice "¿cómo estás?" ella tiene que decir "bien", pero su conversación cambia rápidamente al inglés y tengo que traducir todo lo que ella dice.

En las últimas semanas Glen y yo hemos empezado a insistir con que hable castellano, repitiéndole lo que ella dice y pidiéndole que lo practique con nosotros. Suena gracioso pero de a poco van quedando grabadas algunas cosas.

Todo esto me vino a la memoria porque esta mañana me preguntó: "Mami, what does "mimo" called in English?"***. ¡Qué tierna es mi nena!

*  Entiéndase la guardería, los abuelos paternos y la televisión.
** Por suerte le asignaron a una chica que estudió italiano, así entendía un poco más algunas cosas que Inés decía.
*** No me voy a poner a corregirle la estructura de la oración y el uso de auxiliares, la idea se entiende.

Thursday, July 26, 2012

Introducing...

Damas y caballeros, prometí volver con optimismo y buenas noticias y aquí me tienen. Tengo el placer de presentarles al nuevo integrante de la familia: Poro II!


Yo digo que a Inés la esperé 31 años, y tuve la dicha de quedar embarazada en el primer mes de no cuidarnos. Esta vez, la búsqueda llevó más tiempo, al punto que llegué a pensar que me iba a tener que conformar con una sola hija y dar las gracias porque es sana y buenita... pero hace 21 semanas y 2 días (minutos más, minutos menos) mi deseo se cumplió y Poro II fue concebido!

Inés, Poro II y mami (15 semanas)
Desde que me enteré que estaba embarazada me sentí un poco culpable de no dedicarle tanto tiempo a este embarazo como lo hice con Inés. Esta vez no hay fotos semanales, ni un diario en el que cuente todo lo que siento: hay algo que Inés nunca tuvo y es el afecto de su hermana. Lo más especial que podría tener este bebé es que Inés pide de ver la panza todos los días y la abraza, la besa (hasta lame), mientras le dice "my baby, mi bebé". Me preguntó de qué color era el pijama que llevaba puesto y un día, mientras apoyaba su oreja en mi panza, dijo que el bebé estaba comiendo "una barrita de cereal". Hace poco intentó darle un Cheerio, metiéndolo por mi ombligo y ayer le dijo que no se coma su banana. Me encanta la dulzura con la que interactúa con su hermanito/a y espero que ese amor dure y crezca con el tiempo.

 
Los cuatro festejando el Día del Padre (15 semanas)

Ayer tuve la segunda (y última) ecografía, que se usa principalmente para detectar anomalías, tomar medidas y determinar el sexo. Poro II se portó súper bien, dejándose ver con claridad y hasta moviendo un poco la manito. Pudimos apreciar su cabeza, boca, nuca, columna, corazón, pancita, piernas y pies. Todo está dentro de lo normal y estamos muy felices de poder compartir esta foto, a modo de primicia (epa!) con todos Uds:

La famosa "foto de perfil" de Poro II
Es una lástima que Inés se quedó dormida en el auto camino al hospital y se perdió de verlo/a, aunque también estuvo presente en la primera ecografía.

Mirando la foto con más atención, me parece que el labio superior del Tata está presente otra vez, y mirando esa carita en plena formación, me hizo acordar a una carita que observé miles de veces:

Inés, a dos días de salir al mundo, durmiendo en la cunita del hospital

Para terminar, los invito a participar del juego una vez más. El premio es la satisfacción de haber ganado y una felicitación de mi parte, que no es poco! Se animan a adivinar? 


Tuesday, July 24, 2012

My apologies

Estoy releyendo algunos de mis posts del 2010 y sueno re hipocondríaca! Disculpas, queridos lectores, mi vida ha mejorado desde entonces (aunque hoy no haya ido a trabajar).

Creo que quedó clarísimo que el descanso que me tomé era más que necesario.

Prometo volver muy pronto con buenas noticias. Síganme que no los voy a defraudar!

Monday, May 21, 2012

21 years ago


Pili en Amsterdam
Originally uploaded by Cieguilla
Hace 21 años estaba en primer año del secundario. Me llevé Educación Física a diciembre ese año, en parte por vagancia pero en parte por vos.

Mamá tuvo un embarazo difícil y no es secreto. El miedo a que no estuvieras perfecta, sumado a su edad y todos sus problemas de salud, hicieron que yo pasara mucho tiempo cuidándolas y acompañándolas al médico.

Ese martes 21 de mayo de 1991 mamá ya no daba más: se le dormían las manos y los pies y yo temía que se cayera en la calle o algo por el estilo. Cuando fuimos a ver al obstetra le dije: "sáquesela, por favor!"... y mi deseó se cumplió.

Al día siguiente la internaron a mami y, después de una cesárea en la que casi la perdemos, llegaste. Eras enorme! Y tenías tanto pelo!

Con el tiempo te pusiste cada vez más linda y todos los estudios que te hicieron demostraron que estabas sanita. De haberlo sabido un tiempo antes, cuántas lágrimas nos hubiéramos ahorrado!

Te elegimos el nombre Le y yo. Pilar: porque sostuviste a la familia en una etapa muy dura. El María te lo agregamos papá y yo al anotarte, no quería ser la única con ese nombre!

Pasábamos mucho tiempo juntas, vos y yo. Te sacaba en tu cochecito y me enojaba cuando la gente me decía "señora"... "tengo 13 años!", rezongaba yo.

Mirábamos los dibujitos y te compraba Barbies. Me acuerdo el día que te traje la casa rodante, imposible olvidar tu alegría al descifrar lo que decía la caja. Te la armé mientras estabas en natación y cuando volviste ya tenía los stickers pegados y todo!

Y un día me vine a Inglaterra. Y no estuve para tu cumple de 8, pero te llevé muchos regalos.

Me perdí muchos más, aunque siempre te tuve presente y traté de estar con vos a la distancia.

Viajamos especialmente para tus 15 porque sabíamos lo importante que era para vos. Nos dedicaste una velita y todo, tengo un hermoso recuerdo de ese día.

Cuando tenías 17 viniste a verme. Tu primer viaje sola! Discutimos un par de veces y amenacé con mandarte de vuelta, pero hicimos las paces y la pasamos tan bien juntas!

Hoy me desperté pensando en vos, y de a ratos caía en que mañana cumplís 21. 21 ya! Cuánto tiempo ha pasado desde que eras "mi nena". Te amo Pili, feliz cumple!

Sunday, March 11, 2012

In Loving Memory

Lo peor de envejecer no son las canas, ni las arrugas, ni que se te caigan las carnes, ni que te duelan los huesos... lo más feo es despedirte de tus seres queridos.

Desde que vivo acá se han ido muchas personas especiales para mí, principalmente mis tías abuelas a quienes yo quería muchísimo. Cada vez que alguien muere me quedo con esa sensación horrible de que "algún día nos toca a todos" y en algún momento tendré que comprar un pasaje a los apurones y tomar muchas decisiones importantes en circunstancias en las que nadie debería verse forzado a hacerlo.

Ayer falleció Enzo, el padre de mi mejor amiga. Todavía no puedo creer que alguien pueda irse así, de un momento para otro. Fue rápido para él, cosa que es buena, pero no le dio tiempo a nadie a hacerse a la idea. Con una enfermedad larga sufren todos, especialmente el paciente, pero cuando es así, la familia queda hecha pedazos.

Tenía la edad de mis viejos, le quedaba tanto por disfrutar. Su única nieta, a quien adoraba, cumple un año en pocos días. Me hace acordar a aquel día en 1991, cuando Pili sólo tenía días de vida, en la que mi abuelo nos dejó mientras todos estábamos en su casa comiendo un asado... quizás es por eso que me siento así hoy.

Cuando mi amiga pasó momentos difíciles, eran con él con quien me escribía mails. Me mandaba mensajes y fotos de su adorada nieta. El último mail que me mandó fue hace poco más de una semana, y tenía un link a unas fotos. Como era el último de la serie le puso "Adiós" de asunto... yo lo vi de mañana antes de ir a trabajar y no llegué a responder. Nunca pensé que sería un adiós definitivo.

A pesar de estar triste, me quedo con los mejores recuerdos de un gran tipo, siempre lleno de alegría y dispuesto a ayudar. Un padre que crió a su única hija con amor, que le inculcó una escala de valores que la hace muy especial.

Si leen esto, por favor pidan por mi amiga y su mamá, aunque ahora haya un ángel más que las cuida desde arriba.

Friday, January 27, 2012

All over again

Como conté en el último post, mi papá viajó a Liverpool para el primer casamiento. Lo que no había dicho es que cuando le informamos a mis suegros que la ceremonia religiosa iba a ser en mi ciudad, decidieron gastar buena parte de sus ahorros para garantizar que nadie se la perdiera*. 

Volvimos en patota: mis suegros, mis cuñados, Sam, mi papá, Inés, Glen y yo juntos en el mismo vuelo. Greg y su esposa Paola volaron desde España sólo por pocos días, la verdad es que nos halagó mucho que tanta gente se esforzara por estar con nosotros compartiendo nuestra alegría.

El sueño de que las dos familias se conocieran era algo que jamás pensé que se cumpliría
Llegamos a Buenos Aires un viernes, con una semana exacta de anticipación. Qué semana de locura tuvimos! Mi mamá fue a ver el departamento que habían reservado para mi familia política pero le pareció un horror, así que la primera tarea fue encontrarles un lugar donde quedarse. Y ese mismo viernes, después de como 20 o más horas de viaje, se fueron a recorrer la ciudad. Por suerte dieron con un apart precioso en el centro, pero fue una jornada estresante!

Los demás días pasaron volando, entre encuentros con el sacerdote, la florista, el fotógrafo y el coro. Tratamos de meter un par de salidas en el medio pero fue difícil poder recorrer la ciudad junto a mi familia política mientras teníamos tanto que hacer.

La Basílica Nuestra Señora del Pilar
Cuando decidimos casarnos por iglesia** en Argentina yo pensé en un sólo lugar. Si íbamos a ir hasta allá, tenía que ser en un lugar precioso, y yo sabía bien que quería que fuera en la Basílica del Pilar. Se lo comenté a Glen y estuvo de acuerdo inmediatamente. No así mi mamá, pero después de ir a ver un casamiento ahí cambió de idea y se entusiasmó.

Teniendo en cuenta que yo ya tenía el pasaje comprado y había un sólo fin de semana disponible en nuestro calendario, no pude creer nuestra suerte al descubrir que tenían un espacio. Tramitamos todo desde acá y mi mamá y Pili hicieron los pagos allá.

No le dijimos a mis suegros y a mi cuñada en qué iglesia nos íbamos a casar porque Glen quería sorprenderlos, y nos reímos bastante cuando mi cuñada subió fotos en Facebook de lo bonita que era esa basílica.

Los novios en el puente sobre Av. Figueroa Alcorta
El fotógrafo fue recomendado por las otras novias que se casaban ese fin de semana. Quedamos con él que, como Glen ya me había visto con el vestido, podíamos hacer las fotos antes de que oscureciera. Mi idea era hacer algunas tomas en el Cementerio de la Recoleta*** pero averigüé y no iba a ser posible. Me conformé con sacarme una en la bañera del hotel! 

La bañera tallada de una sóla pieza
Se me ocurrió que como éramos tantos íbamos a necesitar varios autos, y ninguno iba a ser como el Bentley de acá. Entonces pensé en algo diferente, combinando funcionalidad con tradición porteña: un bondi fileteado del año '64! Nos costó mucho conseguirlo y en un momento llegamos a considerar un Trencito de la Alegría, pero no era lo mismo. Hasta que Glen publicó una pregunta en una página argentina y alguien respondió con un contacto. Lo llamé desde acá, siguió mi mamá desde allá, y una semana antes del casamiento recibimos la noticia de que el colectivo estaba en el taller y no iba a poder llevarnos. Oh, no! Por suerte el señor nos pasó el dato de un amigo suyo que nunca había alquilado el vehículo para casamientos, sólo lo llevaba a exposiciones, y quedamos con él.

Cuando lo vi no podía creer lo HERMOSO que era. La verdad es que estaba 100 puntos, con su piso de madera barnizado. Una pinturita! Primero pasó por el apart de mis suegros y allí levantó a todos, menos a mi papá y a mí. Después de dejarnos en la iglesia, volvió al hotel por nosotros.

Glen y yo, después de la ceremonia
Mientras esperaba entrar en la basílica, la gente que pasaba lo fotografiaba y me gritaban felicitaciones por el casamiento y por la elección tan original. La gente en la calle lo señalaba y algunos peatones sacaban fotos con sus teléfonos para capturar el momento.

Entrar en una iglesia tan preciosa, ver a toda esa gente querida, con el coro de fondo, fue una sensación única. No recuerdo estar nerviosa, sólo feliz de que tantas personas estuvieran ahí por Glen y por mí. Me sentí muy afortunada y amada, sólo podía pensar en que estaba casándome con mi novio de 8 años, el padre de mi hija, con mis afectos alrededor. Caminar por esa alfombra roja hasta el altar fue un placer, iba mirando de lado a lado hasta que vi la cara de Glen esperándome al final del camino. Parece una metáfora, pero era tal cual.

Nuestro cortejo
La ceremonia fue hermosa y un par de veces estuve a punto de llorar. Como mi cuñada había sido mi dama de honor en Liverpool, mis hermanas leyeron en la iglesia. Nuestro cortejo fueron Sam, Coral e Inés. Mejor imposible! Las nenas con sus vestiditos iguales, tan angelicales, y Sam tan hombrecito.

En las fotos se puede ver que yo no era la única que estaba emocionada, y las caras de dicha y orgullo de nuestros padres eran evidentes. 

No dejen de hacer click para ampliar!
Por momentos miraba el altar y no podía creer que era MI casamiento, y que la novia era yo. Ahí, intercambiando los anillos con el Ave María de fondo. En un momento Inés empezó a gritar "mamá" y el cura la dejó que viniera con nosotros. La tuve en brazos hasta que terminó la boda y le dije que fuera con sus tías antes de que saliéramos.

La fiesta fue sencilla. Hicimos una cena con un poco de baile para un grupo selecto, con la familia inmediata y amigos nada más. Comimos, bebimos, nos divertimos, reimos, cantamos. Lástima que Inés y Coral durmieron todo el tiempo!

Todos afuera de la iglesia!
Siempre que voy a Argentina me queda gente por ver, y si bien esta vez no pude charlar largo y tendido, al menos tengo el recuerdo de sus sonrisas el día de nuestro casamiento. Hasta mi amiga del alma salió de su momento tan difícil para estar con nosotros. La verdad es que, al igual que en Liverpool, nuestro casamiento hubiera sido muy triste sin todos los presentes.

Yo siempre pensé que con ir al registro civil y firmar bastaba, que todo el gasto era para que otros lo disfrutaran porque entre tanto estrés yo no iba a poder divertirme... pero me equivoqué. Fueron días largos de preparación y un sacrificio enorme, sí, pero la pasamos realmente bien y nos quedamos con el mejor recuerdo.

Padres, hermanas y cuñados: JUNTOS!
A veces no puedo creer todo lo que vivimos, lo lindo que salió y el poco tiempo en el que lo organizamos. En esos momentos de ensueño, miro mi estado de cuenta y me doy cuenta de que sucedió. Pero quién nos quita lo bailado? La luna de miel puede esperar!

* Mi suegro se convirtió al catolicismo hace poco, para poder comulgar en la Comunión de Sam, y como mi cuñada sólo se casó por civil, para él era muy importante poder estar con nosotros. 
** El curso prematrimonial lo hicimos en Liverpool.
** Pueden juzgarme todo lo que quieran, mi concepto era artístico!

Monday, January 23, 2012

Where were we?

Ah, sí. No hago las cosas a medias, por si no se percataron. Ahora que empecé, sigo...

A mi me hubiera gustado casarme en Italia, en algún lugar romántico en la Toscana (preferentemente en San Galgano), con buena comida, vino, sol y gente hablando a los gritos.... pero no iba a ser posible. Así que decidimos hacer dos casamientos, uno en Liverpool (por civil) para la gente de acá y uno en Buenos Aires (por iglesia) para los de mis pagos.

Como ya tenía el pasaje comprado para ir a Argentina antes de que cumpliera 2 años Inés (ahí es cuando suben mucho los precios de los aéreos), se me ocurrió la excelente idea de casarnos antes de ese viaje, para aprovechar el pasaje.

En cinco meses y con ayuda de nuestras familias logramos lo que a la mayoría de las parejas les lleva entre uno y dos años.

Pensé y pensamos, tratamos de no descuidar los detalles. Un hotel daba más que un salón, porque mucha gente iba a venir de otras partes del país (y del mundo, de hecho) y estaba bueno que tuvieran donde dormir. Además, con Inés, era mejor tener una habitación a mano.

Ah, claro! Inés es chiquita, si no la entretenemos nosotros quién la entretiene? Mis suegros... y entonces ellos cómo hacen para disfrutar? Y así pensamos en una niñera, pero como la mayoría de nuestros amigos tienen chicos chiquitos, una criatura se convirtió en 25 (de entre 0 y 9 años) y una niñera pasó a ser 3. Pero no cualquier niñera, las chicas de la guardería de Inés, así era gente conocida con la que ella estuviera a gusto. Hasta les armamos una salita aparte, con globos, música, TV, una cama, cosas para pintar y el juego del paquete.

Invitaciones en castellano
Las invitaciones fueron diseñadas por una servidora, porque no hay nada mejor que darle a tu(s) boda(s) un toque personal. Eso implicó que el plan de las mesas, los favores* (algo que se estila acá y allá no existe) y las tarjetas de agradecimiento tuvieran el mismo look. Y todo eso generó trabajo y más trabajo para mí!

Los proveedores! Lo más importante para mí era que las fotos estuvieran bellas. Nada más terrible para una fotógrafa aficionada que ver desastres por el resto de mis días. Así que busqué y busqué a alguien con la estética y el precio indicados, en el lugar correcto. Gracias a Dios me acordé de que el primo de Glen sacaba fotos... y resulta que es buenísimo! Así que él y su socio cubrieron el evento.

También necesitamos un auto, la torta, las flores, las sillas, la peluquera, la maquilladora, etc etc. El piano de cola blanco no se iba a tocar solo, por suerte un amigo de Glen es un músico de calidad y nos regaló su talento por un par de horas.

El vino fue exclusivamente argentino. El tinto fue el favorito de Glen: Dante Robino Bonarda, pero también hubo blanco y rosado.


Tuvimos un buzón estilo inglés, pero color hueso, en el que la gente metió sus tarjetas.


La música llevó semanas. No exagero, semanas de sentarnos en el living escuchando temas, haciendo y deshaciendo listas. Secciones, tiempos, estilos... no dejamos nada al azar. Los temas que pasaron en el registro civil** los tuve que encargar en CD (qué obsoleto!) de EEUU porque parece que en Europa no se consiguen (o al menos no en todos lados).

El vestido fue lo de menos, pueden creer? Nunca me vi casándome de blanco*** (convengamos que a mi edad y con una hija en común era medio hipócrita pensar que podía hacerme la pura), y no imaginé ese momento toda mi vida como otras chicas. Así que después de dos intentos fallidos de comprar el atuendo online, decidí ir a un negocio de novias y hacer las cosas bien.

Había visto un vestido que me gustaba en una revista, pero no quise condicionarme. Fui al local y le dije a la vendedora: "quiero ver el vestido más sencillo que tengas", y me trajo el mismo de la revista. Ni me probé otro, ése era el mío.

Pasé más tiempo eligiendo la vincha que el vestido... pero es una preciosura!

Las flores fueron coloridas. Mis uñas, rojas. Me aburren las puntas blancas, y quería ser yo misma, pero (más) mejor!

Qué fue lo más importante de nuestro casamiento en Liverpool? Los invitados, por supuesto! Que mi papá decida sacarse un pasaje para venir a entregarme y hacer el discurso del padre de la novia, que el padrino (el mejor amigo de Glen) venga de España con su mujer e hijos, que mi amiga vuelva de Finlandia con toda su familia sólo para nuestro casamiento, que vengan mis amigos bloggers de Londres, el amigo holandés de Glen y mi amiga Kari de Dubai... no tiene precio!

Con toda esa mezcolanza tuvimos un casamiento a la inglesa, con todas las tradiciones que los invitados esperaban y una fiesta a la argentina, con la locura, el color, el baile descontrolado y hasta un poco de carnaval carioca.

Y tuvimos que hacer todo de nuevo dos semanas más tarde. Qué dura es la vida a veces!

* Regalos que los novios le hacen a los invitados. Si, leyeron bien!
** Marfil se llama el color y hace que mis dientes parezcan menos amarillos.

Sunday, January 22, 2012

Return of the Ciega

Me fui porque me cansé de mí misma, me cansé de estar tan reiterativa con mi hija y mi salud. Me puse tan monotemática (o duotemática?) que ni yo me aguantaba.

Hace un par de días que vengo pensando en volver. Después de una pausa de más de un año, en la que aprendí a poner los acentos con la mac*, me dieron ganas de retomar mi vida blogger.

Han pasado tantas cosas!

Mi operación de la vesícula fue un éxito. El 30 de noviembre del 2010 me despedí de ese órgano y, más allá de algún dolor de vez en cuando, no he tenido problemas. La recuperación fue larga y eso me llevó al límite de las faltas, así que mi situación laboral no ha mejorado.

Hemos viajado, acompañando a Glen por trabajo pero también de vacaciones. Inés conoció Paris, Amsterdam, Malta y algunas ciudades del norte de Italia.


En Malta pasó algo inesperado, al menos para mí. Segundos después de sacar esta foto, mientras admirábamos el atardecer en una playa desierta, me doy vuelta y lo veo a Glen arrodillado, con Inés en una mano y un anillo HERMOSO de platino y brillantes en la otra. Y después de casi 8 años juntos, finalmente me pidió matrimonio. Yo no entendía nada, me reía y lloraba a la vez, y le dije que sí.

Y si antes ya estaba monotemática, después de ese día de marzo del año pasado, mi conversación (y mi vida) se enfocaron en los casamientos.

Ah, sí, fueron 2, pero mejor sigo en otro momento.

* Resulta que era una huevada: Alt + E y después la letra.