The grass isn't always greener

El viaje a Londres de la semana pasada estuvo lleno de emociones, mas alla de mi aterrizaje forzoso.

Mientras el micro llegaba al centro de la capital, imagenes de lugares antes familiares inundaron mis pupilas, despertando recuerdos dormidos en alguna parte de mi mente.

Pense en cuando nos fuimos. En mis lagrimas al abandonar "nuestra casita", el departamento que juntos habiamos armado con mis muebles, esos mismos muebles que compre pensando en Glen, y algunas adiciones que elegimos entre los dos.

Ese dia senti que dejaba un pedacito de mi vida ahi, y le pedi a mi novio que volvieramos al menos cuatro veces al año, cosa que jamas sucedio*. En algun momento llegue a esa ciudad llena de expectativas y la converti en mi lugar en el mundo... hasta que la familia pudo mas y le sugeri a Glen que nos mudaramos a su ciudad.

Si, la idea de vivir en Liverpool fue mia, aunque mas de una vez me enoje con este lugar. El padre de Glen habia estado mal de salud y sinceramente temiamos por su vida, asi que no dudamos en levantar campamento y venir a disfrutar de su compañia. Ademas estaba ese bomboncito de pocos años que casi ni conocia a su tio!

Aca logramos mucho. A nivel pareja, a nivel vinculos. Supusimos que nuestra calidad de vida mejoraria y asi fue. Y no particularmente en el plano economico, ya que eso no mejoro demasiado. Aca la vida es mas tranquila, y nosotros podemos disfrutarla juntos.

Cuando las cosas no me salen bien me enojo con Liverpool. En los ultimos meses me enoje mucho, porque estoy convencida de que las oportunidades laborales en la capital se multiplicarian inmediatamente. Pero volver me hizo dar cuenta de que alla no necesariamente seriamos mas felices.

Volver a correr; a planificar mis fines de semana con meses de anticipacion; a lidiar con mares de gente entrando y saliendo de los trenes; a vivir en un departamento alquilado, diminuto y con las pertenencias de otro... no extraño eso ni un poquito! De todos modos, lo principal es que aca tengo una familia que me quiere y me cuida**.

Los seres humanos, y en particular yo, tenemos tendencia a idealizar. De lejos todo se ve mas lindo, glamoroso y exitoso. Volver me abrio los ojos y me ayudo a valorar lo que logramos. El paraiso no existe y la clave esta en aprender a vivir con lo que no me gusta y apreciar las ventajas, que son muchas.

* No es culpa de Glen ni mia; las circunstancias se dieron asi.
** La semana pasada fue el ejemplo mas claro, cuando mi suegro se comio mas de tres horas en la guardia del hospital conmigo. Eso no tiene precio para mi.