Na zdraví Praha

Hace dos semanas recibimos la noticia y por algun motivo no me cayo como un baldazo de agua fria: despues de todo sabiamos que era una cuestion de tiempo hasta que alguien lo mencionara.

Uno de los jefes de Glen se lo dijo como al pasar "te gustaria vivir en Praga?" y dijo que les vendria bien tener a alguien con su experiencia en la nueva oficina central para Europa. Lo charlamos y pensamos que era logico que al menos yo fuera a conocer el lugar antes de tomar una decision tan importante como es emigrar.

Como el estaba viajando a esa ciudad por negocios esta semana decidimos que seria buena idea que mientras el trabajaba yo hiciera turismo y viera si me interesaria mudarme a esa capital, asi que preguntamos si la empresa nos daba su consentimiento y si podia aprovechar la reserva del hotel de Glen y pagar el resto de mis gastos de nuestro bolsillo, para poder llegar a un acuerdo en conjunto.

Asi, sin mucho preaviso, partimos el lunes, en diferentes vuelos. Cuando llegue conoci a algunos de los colegas europeos de mi novio, con quienes comparti un par de cervezas y las dos noches siguientes. Mientras Glen asistia a reuniones y le hacia evaluaciones de desempeño a las chicas de su equipo, yo gaste la suela de mis sandalias/zapatillas.

Mi primer dia completo lo pase entre el Karlův most, un puente de piedra construido entre los años 1357 y 1400, y la parte vieja de la ciudad. El puente es la salida favorita de todos: en el año 1657 recibio su primera estatua, de las 30 que posee, y es peatonal desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En la ciudad vieja encontre el Pražský orloj, un reloj astronomico medieval que se le dio a la municipalidad en el año 1410. Lamentablemente estaba descompuesto y me perdi el espectaculo que se repite cada hora: la Muerte suena su campana e invierte su reloj de arena, se pasean los 12 Apostoles por las ventanas y finaliza con el canto de un gallo.

Volvi al hotel para encontrar que tenia que ponerme una camiseta a rayas, muy nautica, y seguir al equipo de colegas de Glen a traves del barrio judio en donde vivia Kafka. No me sorprendi al ver que disfrutariamos del atardecer en un barco, paseando por el rio Vltava, disfrutando de las vistas con pivo. En el pais de la pilsner hubiera sido de mala educacion consumir otra bebida y aun a pesar de haber consumido cantidades copiosas del nectar ambar, la cerveza checa es menos gaseosa, por lo que no me hincha ni me hace repetirla (motivos por los que suelo evitarla en este pais) y lo mejor de todo es que no te emborracha!


Al terminar la visita, en un grupo mas reducido, hicimos una especie de peregrinacion en subida hacia el castillo. A mitad de la cuesta paramos a llenar el tanque con un poco mas de cerveza y perdimos parte del grupo, asi que para cuando llegamos a la cima eramos solo ocho: siete hombres de negocios y una colada. Disfrutamos de unas vistas realmente maravillosas y admiramos la Katedrála svatého Víta, la catedral mas grande del pais, de estilo gotico.

Al bajar terminamos en un bar con un patio muy grande, tomando unas merecidas cervezas al aire libre. Que manera de chupar!

El dia siguiente sabia bien que queria hacer: luego de haber visto este afiche la noche anterior nada ni nadie se interpondria entre mis muñecas y yo. Volvi asi al castillo, donde encontre de casualidad a dos compatriotas haciendo turismo, y me dirigi al segundo museo de juguetes mas grande del mundo, principalmente con el fin de ver esa coleccion de Barbies que supera ampliamente la mia!

El resto del dia me dedique a pasear por el castillo y entrar a los edificios que estaban cerrados la noche anterior, quedando especialmente impactada con el interior de la Catedral, sus cristales decorados, el organo y la tumba al santo nacional.

Esa tarde partimos caminando hacia la Žižkov Television Tower, una torre de 216 metros construida durante la epoca comunista que parece salida de Cabo Cañaveral. Por suerte el artista David Černý decidio decorarla con bebes, que se asemejan a extraterrestres pidiendo a gritos un lugar en el cohete antes del despegue, en el año 2000, aunque sigue siendo un edificio poco popular entre los locales. Desde el metro 93 pudimos admirar Praga en su totalidad.

Para terminar nos fuimos a un pub bastante tradicional, en el que bebimos aun mas cerveza y comimos algunas delicias locales con mucho queso.

El jueves, camino al museo de Alfons Mucha, pase de casualidad por la Embajada Argentina en Praga. Para este entonces ya venia tratando de imaginarme como residente en esa ciudad y me parecio buena idea subir y hablar con alguien sobre los argentinos en la Republica Checa. Recibi poco y nada de informacion, pero siempre es bueno saber donde esta el pedacito de mi pais en esa ciudad.

En el museo descubri el comienzo del Art Nouveau y me enamore de sus posters, con ese aire tan parisino, a pesar del origen tan checo de su creador. Me intereso saber de su obra, su vida y de como quiso devolverle algo a su tierra y lo logro hacia el final de su vida, a traves de la Slovanská epopej, una serie de pinturas enormes en las que se describe la historia de los pueblos eslavos.

Ya que estaba en la zona comercial de Václavské náměstí, la plaza dedicada al santo patrono de Bohemia, di un paseo e hice unas compras.

Aprovechando nuestra unica noche solos, Glen reservo una mesa en Trattoria Cicala, el restaurant italiano que le recomendaron en su primera visita a la ciudad: una especie de caverna decorada con un gusto un tanto particular. Los precios son razonables, hasta economicos comparados con otras ciudades europeas, y el menu es sencillo y bien casero. Evidentemente la gente va por la comida, y si las fotos en las paredes son prueba suficiente, es el sitio elegido por los ricos y famosos como Anthony Hopkins, Bruce Willis, Sean Connery, Matt Damon, Owen Wilson, Adrien Brody, Valentino Rossi y Johnny Depp, mi favorito.

Para terminar nuestra ultima noche en la ciudad, dimos un paseo a pie por el centro hacia la parte antigua, nos detuvimos en la plaza y disfrutamos de una noche de verano, preguntandonos si podriamos acostumbrarnos a un lugar nuevo otra vez.

Ayer decidi seguir la recomendacion de los residentes y me fui a pasar el dia a Vyšehrad, una fortaleza en una colina al sur de la ciudad, junto al rio. Evidencia arqueologica muestra que la zona fue habitada desde el Cuarto Milenio AC, pero el mito checo dice que los eslavos vivieron en esa parte de la ciudad recien a partir del Siglo VII. La primera fortaleza es del Siglo X y presencio algunos de los eventos mas importantes de la historia nacional, ademas de servir de residencia para muchos soberanos.

En la actualidad su funcion es mas de recordatorio de la antigua fama y caida del Reino de Bohemia y es un oasis, un espacio verde donde los locales van a relajarse, al borde del centro historico de Praga.

Posee una serie de esculturas monumentales con imagenes de la mitologia local, ademas de la Basilica de San Pedro y San Pablo y un cementerio dedicado a algunas de las figuras mas importantes de la cultura checa, con un Slavín (panteon) como figura central.

A pesar de mi cansancio, me parecio buena idea volver caminando a orillas del Vltava hasta volver al puente, ya que me habia quedado una tarea pendiente. Asi camine durante alrededor de dos horas sin parar, para volver a la estatua de Jan Nepomucký, el santo nacional de Bohemia, patrono de los checos, y tocar los bronces al pie de la estatua. Si la supersticion sirve de algo, algun dia volvere a Praga.

En sintesis, la ciudad tiene encanto medieval casi magico, muy oldie worldie, que lamentablemente sufre las secuelas de haber estado bajo dominio comunista entre 1948 y 1989. El idioma se ve muy dificil y la mayoria de la gente no habla ingles, especialmente fuera del centro, ya que en las escuelas se enseñaba aleman tradicionalmente y luego ruso.

El comunismo no solo dejo como legado varios edificios que arruinan el paisaje salido de un cuento, sino que ademas no existe una cultura de servicio. Esto significa que la atencion al cliente es generalmente bastante mala, casi grosera, porque durante ese gobierno no existia el desempleo y no necesitabas de los clientes para que paguen tu sueldo, ya que el Estado se encargaba de eso.

El transporte publico parece ser muy eficiente y confiable: existe una red pequeña de metro (subte), complementada con tranvias y colectivos. Una vez que supere la frustracion de no manejar la lengua local me ubique muy bien y pude pasear sola sin dificultad, sintiendome segura aun a pesar de los muchos carteristas que operan en la ciudad.

La decision no es inminente y falta negociar varios puntos. Este ha sido un año interesante, con momentos dificiles y alegrias, y posiblemente las cosas pasan por algo como todo el mundo me decia en su momento.

En mi pais me sentia un sapo de otro pozo, jamas hubiera pensado que terminaria viviendo en Liverpool y una vez que me estableci en esta ciudad pense que aqui terminarian mis años de nomade... pero quizas esta oportunidad de empezar de nuevo en otra ciudad, llena de desafios, sea lo que necesitamos.

Todavia queda mucho por pensar, mucho por hablar, pero quien sabe... quizas en algunos meses este espacio se convierta en "el blog de la slepý"! Ahora saben por que estuve callada los ultimos dias.

Cieguilla + ciudad nueva + camara - Glen = 760 fotos, las 300 mejores estan aca y aca (juguetes).