Sunday, February 01, 2009

The dream

Mi mama y mi papa tenian un sueño. Despues de mas de siete años de no tener a la familia reunida, ellos solo querian que los cinco de siempre*, sumados a los que se agregaron en el camino, nos vieramos en un lugar.

Durante el 2008 empezamos a planear este encuentro. Hasta ese entonces solo sabiamos que seria en Miami, pero en mayo la fecha se paso de Navidad a mediados de enero. Aprovechando los cumples de ese mes, Glen y yo nos hicimos una escapadita a NY en el camino calculando nuestra llegada al sur a tiempo de los cinco años de Coral.

Los dias pasaron volando entre sobremesas, charlas a los gritos, algunas discusiones, carcajadas y mucho amor. Fuimos juntos a Orlando para que Coral tambien cumpliera su sueño de ver el castillo de Cenicienta y hasta hicimos una visita al campo de mi tio, a quien no veia desde hace 15 años.

Ahora estoy en el avion, redactando lo que se convertira en este post. Ya estoy bastante canchera con este tema de las despedidas y me hice la fuerte ante las lagrimas de Pilar y el saludo de Coral en brazos de mi papa mientras nos ibamos en el auto... pero en el fondo fue una de las mas dificiles y las lagrimas llegaron en diferido.

Yo siempre digo que fue mi eleccion emigrar. Tambien digo que aun si volviera a Buenos Aires las cosas no serian iguales, porque Leticia ya no esta alla... pero los ultimos 10 dias de estar todos juntos me hicieron dar cuenta una vez mas de cuanto los extraño. Fue mejor que volver en el tiempo, porque crecimos todos y ahora tengo mas amores, como Coral y Glen, para sumar a la lista.

Si bien me quejo cuando estamos juntos se que no podria ser quien soy sin ellos. Gracias por ser mi familia. Los amo y ya estoy esperando el proximo reencuentro.

* Yo venia bien porque de alguna manera siempre veo a alguien cada año, pero vamos espaciando las visitas para hacerlas rendir mas.

3 comments:

Gera said...

Entiendo el sentimiento. Yo estoy en España desde hace un par de años (se que no es tanto) pero aprendi a manejar la extrañitis y si, soy el duro en las despedidas no lagrimeo.
Pero cuando vuelvo, cuando estoy en el Remis que va a Ezeiza (siempre voy solo al aeropuerto) me deshago en pedazos. Es terrible, todo el control mental que venis haciendo se destruye y los primeros días de vuelta en España extraño a la familia a lo loco.

Comprueba que uno no es de fierro como dirían.

tia elsa said...

Que emotivo debe haber sido el encuentro, emigar por más que sea una decisión bien masticada, no debe ser fácil, pero lo positivo son los reencuentros y eso es lo que cuenta, te mando un beso tía Elsa.

Mishka said...

Hola Cieguilla. Te vengo siguiendo la pista desde hace un tiempito, y recién me animé a comentar. Te he leído bastante, siendo en parte testigo de tus viajes a traves de tus letras y tus fotos... y me gusta mucho como escribes.
En cuanto al tema de tu post, entiendo lo que sentiste, también soy emigrante y sé, que por mas que uno intente, controlar las lágrimas en esos momentos es muy dificil. Pero vale la pena vivirlos si antes tuvimos la oportunidad de compartir y disfrutar a quienes tanto amamos.
Desde aquí te mando un beso y pronto pasare de nuevo a visitarte!!
Mishka.